Luchando contra la adversidad

El fuerte viento y las previsiones de lluvias están retrasando la travesía Atlantik 2002 en la que Álvaro de Marichalar pretende cruzar el Atlántico sobre una moto acuática Bombardier XP

Desde que el pasado viernes 23 de febrero se diera inicio a la aventura con la santa misa en Scalo de Pinedo (Fiumicino, Italia), Álvaro de Marichalar se ha tenido que enfrentar a un violento temporal que ha retrasado parte de las previsiones. Desde el pasado viernes el piloto navarro y la tripulación del Dolphins, su barco de apoyo, se encontraban retenidos en la ciudad  de Túnez sin la posibilidad de proseguir con la ruta debido al mal tiempo. Sin embargo, en las últimas horas la situación ha mejorado y esta mañana el equipo de la expedición ha partido dirección a Argelia.

El paso de un sistema frontal con vientos de sur y sudeste de fuerza 5-6, bajísimas temperaturas, olas de 4 metros y poca visibilidad son las condiciones en las que Álvaro de Marichalar ha tenido que navegar desde su salida de Fiumicino. Las primeras incidencias aparecieron en el tramo Roma-Nápoles cuando el fuerte temporal volcó  la embarcación Numancia, su moto acuática XP Bombardier a pocas millas de Ponza:“Cuando avistaba Ponza al frente, cambió súbitamente el viento. Había viajado 18 millas y quedaban 102 a Nápoles. La mar empezó a mostrar su cara menos amable. Embate tras embate, una caída tras otra, pude ir resistiendo hasta que, por un despiste mío al controlar el rumbo GPS de abordo, un gran golpe de mar me hizo caer violentamente volcando mi pequeña embarcación Numancia que quedó hacia abajo embarcando gran cantidad de agua que la dejó semihundida” comenta el piloto. En el momento del imprevisto, el barco de apoyo se encontraba a 6 horas de diferencia pero gracias una bomba de achique de alta capacidad, Marichalar pudo proseguir su viaje y conseguir llegar a Palermo el pasado martes tras 17 horas de navegación en una travesía que fue durísima, con la mar de proa todo el trayecto, un fuerte viento de cara y mucho frío.

El trayecto Sicilia-Túnez programado para recorrerlo el viernes en 6 horas se alargó a 12 horas debido al mal tiempo que empeoraba a medida que avanzaba el día. A través del sistema de navegación instalado a bordo de la XP Bombardier y con la referencia de la posición del sol, el piloto pudo mantener el rumbo. “En el canal, la mar está enfurecida. Por fortuna me viene por la amura de babor lo que hace la navegación mas llevadera. Tengo que estar muy concentrado porque una caída en esta mar puede ser el fin” comenta Álvaro. El barco de apoyo Dolphins tampoco lo tuvo fácil ya que a mitad de la travesía un fuerte golpe de mar provocó una avería en la parte del sistema eléctrico que anuló la radio y el sistema de navegación.

La ligereza del modelo Bombardier XP, su gran capacidad de maniobra y resistencia en situaciones difíciles está siendo crucial para el buen desarrollo de la expedición. En los próximos días, Álvaro de Marichalar navegará dirección a Argelia, superando las poblaciones de  Annaba y Jijel. Su objetivo es llegar lo antes posible al estrecho para  poder acceder al Atlántico. Los últimos imprevistos han obligado a modificar algunos puntos del recorrido de la travesía, entre ellos el de cruzar Formentera-Mallorca.