Prowler 480

El catamarán sin esfuerzos

El sector de los catamaranes de motor toma fuerza de año en año, como lo demuestra la aparición de nuevos modelos fabricados por los astilleros más importantes y prestigiosos. Entre los incondicionales a los multicascos también  los hay que prefieren el motor a la vela por la comodidad y facilidad de manejo. El Prowler 480 es un ejemplo perfecto de este sector de la náutica.

¿Y por qué no un catamarán sin mástil? Para muchos aficionados a la vela, ver un cata sin mástil es algo chocante y antinatural, ya que perdemos la capacidad de navegar al viento y la libertad de hacer inmensos recorridos y cruzar los océanos….

Cierto… pero no tanto… Seamos francos. ¿Cuántos catamaranes acaban cruzando el atlántico? Si nuestros planes como aficionados se acercan más a navegar en una zona costera o saltar de la península hacia las Baleares, o incluso recorrer todo el Mediterráneo por etapas, la solución del catamarán a motor tiene mucho sentido como descubriremos a continuación.

Los catas a motor carecen de la necesidad de orzar al no navegar a vela y por ello la obra viva no necesita derivas o afiladas orzas. Como consecuencia de ello el Prowler 480 de sólo 1 metro de calado puede acercarse a una distancia mínima de las playas y en caso de zonas con mareas puede quedar en varada sin peligro pues tanto hélices como timones están protegidos y preparados para ello.

Ventajas de un cata a motor

A la comodidad, estabilidad y fantástica habitabilidad común a todos los catamaranes,  se suma la facilidad de manejo y mantenimiento. Un buen número de usuarios apasionados a los catas suelen pasar sus vacaciones de cala en cala o haciendo salidas de fin de semana o navegando entre islas. Y en muchas ocasiones el uso de la vela es casi testimonial.

De modo que si el motor es silencioso y permite despreocuparse de si hay  o no viento, de si este viene de ceñida o estamos de “morral”,  si quiere tener toda la cubierta para usted sin estorbos de la génova, si no desea tirar de escotas y ajustar la maniobra, la opción de un catamarán a motor muestra todas sus ventajas.

Desaparecen las pegas asociadas a  la navegación a vela y la fama de no lograr  buenas ceñidas. Ni ceñida ni empopada, pues el modo de navegación es sencillamente “a motor”.

La cubierta del Prowler 480

Sus líneas estilizadas dejan adivinar su excelente comportamiento en navegación. A diferencia de otros modelos de ventanas verticales, el acristalamiento del Prowler de pronunciada inclinación, permite lograr una esbelta fluidez de formas tanto en el aspecto estético como en la aerodinámica del barco.

El Flybridge al que se accede desde la bañera lleva instalado un hard top rígido que sirve como soporte para el cerramiento de lona y acristalado en pvc transparente. Alrededor de la mesa central se han dispuestos los asientos cómodos y espaciosos. El puesto de gobierno del Fly con espacio para 2 ó 3 personas ofrece vistas a 360º y encontramos duplicados todos los controles de los motores así como los instrumentos de navegación y piloto automático. Moviendo el respaldo el banco de gobierno, este queda integrado en el centro de reunión del fly en donde pasar veladas con los amigos.

Distribución e interiores

El salón tiene un techo de gran altura con una gran habitabilidad interior. El mejor en su categoría gracias a un centro de gravedad más bajo respecto a otros fabricantes. Así el suelo del salón tiene menos altura respecto al plano de flotación para conseguir maximizar la altura interior sin tener que sobreelevar los techos de la cabina. Como consecuencia de todo ello se mejora la estabilidad del barco con mala mar obteniendo una gran confortabilidad incluso con fuerte oleaje. El balcón en inox que rodea las amuras hacia proa tiene una altura considerable ofreciendo una gran seguridad en la circulación hacia la parte delantera de la embarcación.

El lobby integra la sala de estar, el puerto de gobierno interior, la cocina y la barra de bar en un único espacio muy luminoso es espacioso. Los ventanales ofrecen vistas a todo el horizonte que podremos disfrutar sentados en el largo sofá en “L” que rodea a la mesa en la que 8 invitados pueden comer con comodidad. Todo queda cerca, la cocina, el acceso a las cabinas desde las dos escaleras que bajan a los camarotes, el bar y el rincón de ocio en el que encontramos el equipo de música y el video que visionamos en la pantalla plana basculante desde el techo.

La cocina viene equipada con placa vitrocerámica de 3 fuegos y horno eléctrico además de un microondas suspendido en el mueble superior de la cocina. Doble fragadero en inox, nevera de gran tamaño y máquina de hielo, junto con todos los elementos auxiliares de trabajo de cocina, permiten hacer las delicias del arte culinario a bordo de este catamarán de lujo.

4 cabinas para 8 invitados cada una con su baño independiente y con la posibilidad de convertirse en una versión 3 cabinas.

Hablemos de autonomía

En el Prowler 480 hablar de autonomía significa hablar de economía. En un barco a motor discutir sobre la autonomía implica conocer la capacidad de los depósitos de combustible, la motorización, el rendimiento en régimen de navegación a crucero, la potencia de los motores y su consumo a cada régimen de potencia. En el rendimiento y cálculo de consumo influye de forma drástica la limpieza de los cascos y naturalmente las condiciones de navegación a las que nos enfrentemos, el estado de la mar, el viento existente y las corrientes.

El Prowler 480 equipa 2 motores Yanmar 315 caballos, capaces de entregar esta potencia a un máximo de 3.800 vueltas. Como es lógico un cata a motor equipa una potencia muy superior a la de los motores de sus hermanos a vela, pues es su único medio de propulsión. Pero para navegar con comodidad no hay que llevar el barco ni mucho menos con esta potencia máxima.

Una larga prueba de navegación de 1.300 millas náuticas navegadas durante todo un lago verano han demostrado una excelente magnífica eficiencia. Basta un dato: El barco navega con eficacia a 3.200 rpms y unos 18 nudos de velocidad, con un consumo de 3,6 litros por milla navegada que en realidad es menor, y posiblemente por debajo de los 3,4 litros por milla, pues en este consumo medio está incluido el consumo del generador utilizado casi a diario para recargar las baterías, y que se alimenta del mismo tanque principal de combustible.

Este consumo puede moderarse aún más si buscamos cruceros en torno a los 10 nudos con autonomías en torno a las 1.000 millas de distancia gracias a la capacidad de los tanques. Unas cifras muy buenas para un lujoso catamarán de 15 metros de eslora.

A máxima potencia el Prowler 480 llega a alcanzar unos 22 nudos de velocidad máxima, pero donde se siente verdaderamente cómodo y alegre es en torno a los 15 nudos de crucero.

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