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Grand Soleil 43: muy cerca del viento

Un barco irreprochable de Cantieri di Pardo apto para el crucero y muy temido en las regatas. Una combinación perfecta para los amantes de las grandes prestaciones a vela que no quieran renunciar a la belleza y a la comodidad

Sus líneas tendidas y estilizadas nos hablan de su cuidado diseño por Bottin & Carkeek y excelente construcción. El casco está realizado en fibra y poliester pero con un importante refuerzo estructural a modo de chasis en acero galvanizado y embebido y laminado con todo el casco. Este chasis actúa como soporte y receptor de todas las tensiones de los obenques y compresiones del palo, así como soporte estructural de la quilla. La proa casi vertical ayuda a definir su marcada personalidad.

Es capaz de remontar al viento con una facilidad desconcertante. El indicador de ángulo de ceñida marca 22º de viento aparente! Una ceñida rabiosa que deja el timón bien duro, aunque esto no tiene importancia pues su generoso diámetro de 167 centímetros permite un control perfecto y una sensibilidad fuera de dudas. Tanta rueda necesita obviamente la existencia de un foso en mitad de la bañera, delante del cual se encuentra el carril de escota soportado entre dos bancos, que limita los movimientos en bañera… ¡Claro, estamos frente a un barco regatero! De bordada a bordada el barco no sube de 80º lo cual permite ganar barlovento de forma muy rápida. Cuando los rumbos son del través o descuartelar el Grand Soleil 43 alcanza con 25 nudos de viento aparente la notable velocidad de 8,5 nudos, aunque lo normal es conseguir cómodos cruceros de 7 nudos de media.

Su calado de 2,3 en versión estándar pasa a 2,5 metros en la versión Race para la cual también se puede solicitar palo de carbono, bomba hidráulica para ajustar la tensión de la jarcia o kit de repetidores en a instrumentación digital. Pero esto se paga, puesto que a los 300.000 € del barco habremos de añadir unos 66.000 €.

La bella cubierta está forrada en teka y ofrece una maniobra cómoda hasta en la zona de proa. La capota está bien prevista y queda totalmente integrada con las líneas del barco tanto recogida como preparada para hacernos agradables las más duras navegaciones.

El franco bordo es importante y para acceder al velero desde la desde la popa debemos ayudarnos con un pequeño escalón situado justo encima de la escalera de baño en el espejo de popa. Bajo el asiento central se esconde la balsa salvavidas siendo bien fácil su liberación. La bañera no ofrece ningún tipo de mesa, lo cual limita su uso como barco de crucero, pero a cambio es muy amplia y despejada con 110 cm entre banco y banco. Todas las maniobras se distribuyen entre dos pianos de stoppers desde los cuales podemos manejar todo el barco.

El interior es espacioso. La cabina de proa ofrece una amplia cama al centro de 198 x 170 cm. y todos los huecos están bien aprovechados mediante armarios y estibas. En popa son cabinas simétricas con suficiente altura para sentirse cómodo en ellas, pero sin vistas al mar, aunque la ventilación y luz quedan aseguradas por dos ventanas una a la bañera y la otra en la cubierta.

El salón puede pedirse con opción convertible para que haga las veces de otra cabina por las noches. La cocina bien alargada está situada frente a la mesa del comedor con capacidad para 6 personas, pero no tiene prevista ninguna ventilación lo cual no deja de ser un trastorno. Sin embargo está bien equipada con cocina de tres fuegos, frigorífico, y una buena encimera en la que disfrutar de toda nuestra inspiración culinaria.