¿Navegar
con ChartPlotter o con Cartas en papel?
El
título es malicioso y parece pregunta de examen. Pero déjenme
explicarme. Este verano navegamos más de 2000 millas haciendo
tramos combinados de navegación costera y tramos de alta mar,
desde Bretaña hasta Baleares. Un viaje espectacular y muy
variado. Una verdadera aventura, pero de la que sin duda pudimos
extraer conclusiones en el uso de un ChartPloter en navegación de
altura sobre aguas totalmente desconocidas, en condiciones
diurnas, nocturnas, con niebla cerrada, con tiempo fuerte, o
perfecto para navegar a vela con 15 nudos del través. Se trataba de un Velero de 12 metros equipado con un lector
de cartas con cartografía Navionics-Gold en Formato XL3. Con un
único cartucho de memoria pudimos cubrir toda la singladura.
Naturalmente
además del formato digital llevábamos en el barco una excelente
cartografía en papel formada por las cartas marinas oficiales
francesas SHOM y los útiles derroteros de la Royal Cruising Club
Pilotage Foundation. Una verdadera biblioteca en formato papel, muy
manejables ya que vienen dobladas para que no estorben en ninguna
mesa de navegación y prácticas al estar impresas en papel
resistente al agua. Personalmente
prefiero las cartas españolas pero son incómodas de manejar al
no estar dobladas. No en sencillo manejar un metro cuadrado de
papel grueso a no ser que navegue en un mercante con mucho espacio
en la mesa de cartas. Al final acaban dobladas por cien sitios y
estropeadas por la humedad que absorben.
Obviamente
en los tramos de navegación en alta mar, pocas conclusiones
pudimos tomar, pues no existen referencia posibles. El chartploter
estaba conectado con toda la instrumentación del barco incluido
el piloto automático. Es una maravilla el que el barco se pilote a sí mismo con casi cualquier estado de la mar. Se
hacen mucho más llevaderas las largas horas de navegación
necesarias para atravesar el bravío golfo de Vizcaya en donde por
cierto pudimos ver ballenas. Pero en costa la cosas son distintas.
Cualquier ChartPloter, dejando de lado las funciones más o
menos avanzadas aportadas por cada fabricante, será tan bueno o
tan malo como lo sea su cartografía digital, y será tan fiable
como lo quiera el gobierno USA al desajustar o no las señales de
los satélites por motivos e intereses particulares o bélicos. Pero pongamos casos concretos;
Experiencia
nº1:
Estando amarrados en el Port Minimes en la Rochelle,
nuestro ploter nos mostraba en la pantalla nuestra posición
exactamente en el pantalán en el que estábamos y justo en la
esquina en la que descansaba nuestro velero. Incluso la proa de la
representación gráfica de nuestro barco coincidía con la real.
¡Que bueno!
Experiencia
nº 2: Tras
atravesar el golfo de Vizcaya arribamos varios días después a
Ribadeo en donde decidimos hacer escala, pues Fisnisterre estaba
bastante agitado y no merece la pena tentar al diablo en esas
condiciones. Entrando en la ría de Ribadeo, y según el plotter
estábamos navegando 50 metros tierra adentro... Ooops. Como para
habernos fiado de él! No
se trataba de un error cartográfico pues al salir de la ría
varios días después, rumbo a Finisterre, ahora sí que navegábamos
correctamente por medio de ella. Por cierto Finisterre se las trae, pero el cabo de Estaca
de Bares es pura adrenalina con tiempo fresco!
Experiencia
nº 3: Salimos
a media tarde desde el fondo de la bellísima ría de Arosa rumbo
a Portugal. El ChartPloter nos indica todo hasta el más mínimo
detalle de esta larga, bella y complicada ría llena de bateas de
mejillones, islotes y escollos por algunos lados. Gobernar el velero con el CharPloter y el piloto automático
es como manejar un juego de arcade en el PC; Un auténtico placer
ver como todo va coincidiendo al milímetro con lo anunciado por
el Ploter: Enfilaciones, bajos, canales, faros, todo coincide la
detalle.
Experiencia
nº 4: Pasado
Lisboa y habiendo tomado rumbo a San Vicente, nos alejamos
bastante de costa al haber pasado por fuera del canal de tráfico
mercante a la altura de Lisboa. El resultado es que nos
sorprendieron a unas 50 millas mar adentro los restos de un
temporal del Atlántico con una mar muy confusa y con rompientes
formadas por todas partes. Vientos fuerza 6 y rachas de 7 que no
correspondían con un estado de la mar tan preocupante. En esta
situación el ChartPloter es solo anecdótico y el piloto automático
no ayuda. Hay que llevar el barco en manual esquivando las
rompientes más amenazantes. las más importantes atravesaron
totalmente el velero a la mar con escoradas muy serias lo cual nos metió
el miedo en el cuerpo. Decidimos aproximarnos a costa lo cual
resultó una decisión acertada pues al cabo de unas horas la mar
se tranquilizó mucho. Pudimos
descansar fondeados en una cala muy resguardada.
Experiencia
nº 5:
Llegamos una noche cerrada y de madrugada a Portimao en el Algarve.
Sin conocerla y por la noche, su aproximación es larga y
complicada. La
confusión de luces que hay en la costa de todos los colores
formas y tamaños hace muy impreciso y hasta peligrosa la llegada.
Pero con el ploter la cosa cambia radicalmente. Podría haber
amarrado casi a ojos cerrados. ¡Una herramienta totalmente
fundamental e imprescindible para llegar a puertos desconocidos
por la noche! Por
cierto, casi al llegar vimos una especie de luz que cruzó de
estribor a babor por el cielo y que todavía no hemos podido
explicar si se trataba de un Ovni o una paloma fosforescente...
Experiencia
nº 6: La
madre de las experiencias.
Varios
días después y tras descansar en puerto de Barbate decidimos
cruzar el estrecho de Gibraltar. Ya estamos algo cansados de mares
enérgicos y experiencias fuertes. La meteo no anunciaba para hoy
levante fuerte, aunque es un día de bochorno. Solo algunos bancos
de niebla, de modo que calculo hora de partida para aprovechar la
marea entrante.
Pasado
Tarifa y en medio de la influencia de la corriente entrante de 4
nudos, se empieza a cerrar la niebla. El levante ha subido mucho más
de lo previsto, hasta el punto que el barco no avanza frente a la
mar a no ser que metamos motor a fondo. Los Pantocazos son
brutales, pero dar la vuelta es peor pues tendríamos que luchar
contra 4 nudos y olas de dos metros por la popa. A pesar de
movernos muy poco o quedarnos completamente clavados en las olas más
grandes, el chartPloter nos indica una velocidad de 7 nudos reales
hacia el Mediterráneo. Ahora la niebla es total. No se ve NADA.
Gastamos los dos recambios de bocinas de niebla y con ello la
posibilidad de hacer señales acústicas. El ChartPloter fue
fundamental para navegar controlando batimetrías lo más pegado a
la costa y evitar los canales centrales de trafico de mercantes
que escuchamos sin cesar. Tráfico
Tarifa nos aconseja dar la vuelta ya que no llevamos radar
instalado y porque las condiciones en la bahía de Algeciras son
igual de malas y con más tráfico. Pero con 4 nudos en contra te
lo acabas pensando mucho. Pasado punta Carnero comenzamos la
travesía de la bahía de Algeciras, con el corazón en un puño e
intentando adivinar cualquier forma entre la niebla. Un mercante
en su pantalla radar nos localiza y desvía su rumbo. Pasamos tan
cerca que primero vimos su castillo de proa antes que su misma
proa. Un cuarto de hora más tarde un gran buque nos deja oír su
bocina sin que nosotros podamos contestar. Marchamos por tanto
lentamente con suficiente gobierno pero sumamente atentos. Ahora
llegamos a oír sus motores pero no le vemos. En la niebla se oye
muy bien pero no sabemos cuan cerca está de nosotros. De repente
lo vemos, se trata de un gran ferry y viene en un rumbo que podría
ser de colisión. Tras medio segundo para interpretar su
trayectoria rectificamos cediendo todo el paso sin más
consecuencias. Moraleja; El radar es fundamental en determinadas
condiciones.
Experiencia
nº 7: Tras el
susto de la bahía de Algeciras, y como la niebla es pertinaz
decidimos hacer noche en Puerto Banús. Ya es suficiente locura
haber atravesado la bahía de Algeciras sin Radar, como para
navegar de noche en estas condiciones. A menos de 5 milla de la
costa la niebla se hace tan absolutamente densa que casi no vemos
nuestra propia proa desde la bañera. El ChartPloter nos aproximó
en una ceguera total hasta la propia bocana avanzando lentamente
por seguridad. Oíamos el pitido intermitente de la bocina de
niebla de la bocana cada vez más cerca, sin ver absolutamente
nada. Según el Ploter quedaba una milla, media milla, 500 metros,
200 metros, 100 metros, 50 metros para la bocana y NADA. Sólo
masas blancas por nuestro alrededor. A unos 30 metros se empiezan
a vez manchas grises y de repente, gente andando por el espigón.
Alucinante! La exactitud y aproximación del ChartPloter es total!
Sin
Ploter ni GPS no se me ocurre que hubiéramos podido hacer sino
acercarnos a una costa con mucho miedo y fondear en no se sabe
donde a la espera del día siguiente.
Experiencia
nº 8: Ya en
Ibiza y cerca de la preciosa cala des porcs, con muy buen tiempo
navegamos muy pegados a la costa para disfrutar del bellísimo
litoral. Todo coincide con el ChartPloter hasta que uno de los
islotes cerca de costa que aparece en la pantalla simplemente no
existe en la realidad. Se lo han inventado!
Esto si que es un fallo de la cartografía y no de las señales
satélites. Probablemente ya estuviera mal en la propia cartografía
papel desde la que se ha creado la digital.
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