Navegar por
Canales;
vacaciones
insólitas

Muy pocos
hay en España, sólo algunos por Castilla pues la orografía no
acompaña. Pero Europa es el paraíso de los canales y constituye
una forma en si misma de navegar muy diferente a la marina.
Desde el sur de Francia es posible avanzar por diferentes
canales, todos ellos conectados, hasta llegar a las principales
ciudades europeas o incluso desembocar en el mar báltico.
Muchos aficionados eligen los canales para pasar
una bella semana de vacaciones de charter, combinando los bellos
paisajes que atraviesan las campiñas con excursiones a pie, a
caballo o en bicicleta. Una navegación que no requiere
experiencia previa en asuntos marineros.
Sin embargo conviene conocer una serie de trucos
exclusivamente relacionados con la navegación por canales para
conseguir abordar con éxito las exclusas o saber como pasar la
noche. En muchos canales como los del Midi, los barcos de recreo
avanzan lentamente por sus aguas tranquilas llevando a amigos y
familiares sobre sus cubiertas.

Sobre todo no debemos tener prisa ya que la
velocidad está limitada a pocos nudos, pero estando de
vacaciones no es problema. En cualquier momento podemos
detenernos acercando el barco contra la orilla para admirar
durante más tiempo del entorno o simplemente para descansar un
rato.

Al observar detalladamente estas famosas
“peniches” comprobamos sus escasas características marineras,
totalmente innecesarias para navegar por estos ”ríos” que en
muchos casos no hacen más de un metro y medio de profundidad.

No solo el Midi Francés. Realmente los canales
importante y con más encanto se encuentran en centro de Europa.
Un entramado de rios y canales que conectan entre sí las
principales ciudades; París, Bonn, Amsterdam, Bruselas, Colonia,
Dusseldorf, Luxemburgo, y también toda la Europa del Este desde
Berlín, Praga, Bratislava, Budapest, Belgrado,….

Al alquilar, el patrón recibe un briefing que
durará una o dos horas explicando el manejo del barco y algunos
consejos prácticos. El manejo del barco es muy sencillo con un
volante y una palanca para ir hacia delante o marcha atrás.
Cuando otro barco viene de frente haremos como en carretera
apartándonos un poco a la derecha. La velocidad de estos barcos
es de menos de 10 kilómetros por hora de modo que no hay que
temer mucho el exceso de velocidad. En los canales el límite es
de 6 kilómetros por hora y en los ríos hasta 14 kilómetros por
hora. Por ello en una semana, el recorrido medio suele ser de
unos 300 Kilómetros.

La mayoría de las esclusas están automatizadas y
en las más antiguas nos encontraremos con los “escluseros”
profesión desconocida en España y que poco a poco también
desaparece en los países de Europa. Aunque se avanza muy
lentamente el paisaje pasa lento pero inexorable. Se puede leer,
charlar, o hacer excursiones en bicicleta mientras otros navegan
quedando algunos kilómetros más adelante.

La neumática es también un barco adecuado para
hacer la aventura de los canales. Por poco dinero descubriremos
Europa desde el agua. Como son desmontables la podemos llevar en
el coche y descubrir la zona que más nos apetezca; Los canales
de Amberes, un paseo por el Danubio, los alrededores de Praga,…

Cuando más le apetezca o al caer la noche,
detenemos el barco y amarramos a una orilla. Nada más libre ni
más sencillo. Aunque no existe una temporada ideal, la mayor
parte de los aficionados utilizan los periodos estivales para
disfrutar de estos recorridos. En realidad es durante el verano
cuando pueden encontrarse problemas de reservas de barcos.
Septiembre es un mes ideal, pues ya hay menos gente y el tiempo
aún acompaña.
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