Embarcarse en una aventura como la Barcelona World Race no sólo
significa enfrentarse a temporales durante varios días seguidos
o sufrir los diferentes cambios climáticos, sino que vivir a
bordo de un IMOCA Open 60 como el “Central Lechera Asturiana”
durante 90 días supone adaptarse a trabajar, dormir, comer,
asearse y descansar en tan sólo nueve metros cuadrados –los que
tiene el interior de la cabina- aunque eso sí, ampliables hasta
20 gracias a la cubierta del barco. Sin duda, una terraza con
vistas al mar, aunque tal y como comentaba Merediz: “Dentro de
la cabina no tenemos problemas. El resto del barco es una trampa
para rodillas y cabezas”
Juntos, pero no revueltos
Así, y
para hacer más fácil y cómoda la vida en circunstancias tan
complicadas, el tándem asturiano han estudiado al detalle las
guardias diarias y las horas de sueño. “Tenemos las guardias
claramente establecidas y lo cierto es que el sistema ha
funcionado muy bien en todas las pruebas que hemos hecho hasta
el momento. De todas maneras, las maniobras se hacen en pareja y
es responsabilidad del patrón de guardia decidir si se despierta
al compañero” explica Merediz al intentar explicar cuál será el
ritmo de trabajo durante los tres meses de competición.
En
cuanto a la comida y el aseo, el patrón del “Central Lechera
Asturiana” apunta: “Las comidas importantes del día las haremos
juntos y el aseo es, principalmente, a base de toallitas húmedas
o aprovechando algún chubasco”.
A pesar
de las dificultades, para Merediz y Palacio embarcarse en la
Barcelona World Race significa realizar el sueño por el que
tanto han luchado: dar la vuelta al mundo. “Los tres meses que
nos esperan no los cambiaríamos por nada”, confiesa Merediz.
La alimentación, punto
clave para la navegación oceánica
Si hay
algo que se debe cuidar al detalle a la hora de embarcarse en
una aventura como la Barcelona World Race es la dieta, que ha
sido cuidadosamente elaborada por Benajmín Fernández y Mariam
Martín, médico y dietista del equipo respectivamente.
“Llevaremos comida suficiente para 100 días de comida completos
y otros diez más de reserva. Cada día, abriremos una bolsa
cerrada al vacío que contiene las cinco raciones diarias que
cada uno tiene que comer: un desayuno ya preparado con café,
leche y cereales; una comida y una cena liofilizada, muchos
frutos secos, compotas de fruta y barritas energéticas”
comentaba el Merediz.
Lógicamente, la comida dependerá en gran medida del clima con el
que los asturianos tengan que convivir y, por ejemplo, en el
océano Sur la previsión es que se lleguen a ingerir 4.800
calorías a base de barritas y batidos energéticos mientras que
en las zonas de calor rondarán las 3.500 calorías diarias.
Asimismo, a bordo del “Central Lechera Asturiana” Merediz y
Palacio se han permitido pequeños lujos culinarios. “Llevaremos
embutidos, sobre todo jamón serrano, que aportan proteínas y,
por supuesto, algunos caprichitos: golosinas y galletas de
chocolates, pero esto sólo para ocasiones importantes” explicaba
Fran Palacio.
¿Y para
Nochevieja? Lo cierto es que Merediz y Palacio todavía no han
pensado en la tradicional cena de fin de año, tal y como
explicaban los asturianos: “El 31 de diciembre va a ser un día
de muchos nervios, así que no sabemos qué vamos a cenar. Por
supuesto, las tradicionales uvas y algo de turrón, pero poco más
tenemos preparado”.
Música, libros y
videojuegos para… ¿desconectar?
Competir durante 24 horas, 3 meses consecutivos hace
indispensable que los regatistas puedan descansar de alguna
manera para así reservar fuerzas para los momentos más
difíciles. “Intentaremos asegurar seis horas de sueño diarias,
pero somos conscientes de que no siempre será posible”, afirmaba
Merediz.
Y para
desconectar, nada mejor que música y lectura. Así, a bordo del
“Central Lechera Asturiana” sonarán con fuerza “Lady Madrid” de
Pereza y “Asturias” de Melendi; aunque también habrá tiempo para
la lectura. Fran Palacio tiene claro qué va a llevar: “La vida
de Peter Blake’ no va a faltar… Ése y dos libros que me acabo de
comprar: ‘Los mejores chistes picantes’ y ‘Chistes selectos”.
Por su parte, Merediz espera que todavía alguien le regale un e-book,
pero mientras tanto, ya sabe que llevará “Juan Salvador
Gaviota”.
La PSP
y la Nintendo DS tampoco faltarán a bordo del “Central Lechera
Asturiana”. La primera, de Fran Palacio, irá acompañada de un
juego de motos mientras que la segunda videoconsola servirá para
hacer un estudio de gran interés: el “Brain Training”, al que
jugará Merediz, permitirá saber la capacidad del regatista ante
los momentos más duros y comprobar cuál ha sido la evolución del
patrón oceánico.