Emocionante
hasta el final con 5 categorías y 5 ganadores. Dura, pues
atravesar el Atlántico en solitario obliga a grandes esfuerzos y
sacrificios por parte de los participantes, y concurrida… Tan
concurrida que la organización tiene que limitar el número de
participantes a 75 veleros. Así ha sido la Ruta del Ron en
esta edición 2010.
Los
participantes hacen cualquier cosa, y cualquier apaño en alta
mar con tal de continuar. Así por ejemplo Lionel Lemonchois vió
como se arrancaba su carro de escota y subía al tope de palo
sin posibilidad de ser bajado y a pesar de ello ha logrado la
victoria. En demasiadas ocasiones la mala mar obliga a realizar
continuos ajustes en las velas para no destrozar el barco, pero
dejando mucha potencia en el plano vélico para evitar ser
alcanzado o poder cazar al adversario. Días y días sin apenas
tiempo para echar una cabezada de cómo mucho quince minutos
seguidos.
Bernard
Quentin tuvo por ello que ser evacuado de su trimarán Cote d’Or
II, in extremis por la armada Española, extenuado por el
sobreesfuerzo continuo.
Cuando llega la noche
La soledad se
hace aún más grande y envuelve a toda la flota de la Ruta del
Ron. Hay que preparar el trapo y procurar no hacer demasiadas
maniobras en la oscuridad pues el peligro es mucho mayor. Es el
momento de pensar en las estrategias y las posibles
expectativas. Todos los marinos esperan la salida de la luna
para comprobar sus velas.
En cabeza el
Groupama III avanza como una flecha aprovechando la ruta sur
escogida con acierto por el experimentado Franck Cammas. La
tensión de sentirse perseguido por otros grandes participantes
aumenta la tensión del momento.
Por el norte
avanzan vertiginosamente los IMOCA capitaneados, por el momento,
por Jourdain, pero seguido muy de cerca por Vincent Riou (PRB).
Pero todos miran de reojo al Foncia de Michel Desjoyeaux dos
veces ganador de la legendaria Vendée Globe que ha escogido la
ruta sur, lo cual finalmente se mostró como una elección
equivocada.
Pero la flota
también acoge a dos participantes femeninas que no se dejan
impresionar por nombres tan conocidos. Malouine Servanne y Anne
Casaneuve alcanzarán la meta tras una juiciosa navegación.
Batalla en el Atlántico
A mitad de
trayecto Groupama III sigue empujando con decisión mientras que
el Sodebo pilotado por Thomas Coville le pisa los talones a
menos de 300 millas. Pero Cammas conoce muy bien su trimaran y
sabe aguantar la ventaja frente a su inmediato perseguidor, a
pesar de no haber atravesado aún la depresión que ya ha cruzado
más al norte el Sodebo. Durante esta transición Cammas ha tenido
que soportar fuertes aguaceros y repetidas maniobras debido a
los continuos cambios de viento, tanto en dirección como en
intensidad. El suspense continúa y cualquier cosa podría ocurrir
pues los tripulantes ya llevan casi 5 días de pleno esfuerzo y
los barcos están bien castigados. El Imoca “Groupe Bel”
abandona la regata al romper el eje en el que pivota la quilla
basculante de su barco.
La batalle
del Atlántico ha sido complicada por las condiciones variables.
El viento ha forzado un ritmo físico elevado a los navegantes
obligando a trimar constantemente el plano vélico sin
descuidarse ni un momento frente al acechante peligro de un
posible vuelco. El material va al límite y es difícil dosificar
el esfuerzo. Cuando el barco se arranca con puntas de más de 40
nudos sientes la presión del material en tu cuerpo. El acongojo
no te permite dormir ni un solo minuto. Cuando la cosa va un
poco más calmada te permites 20 minutos de sueño pero en total
no pasas de las 2 ó 3 horas al día.
Las
últimas horas
La meteo
manda y cerca de la llegada se formó una inmensa bola sin viento
que hubo que negociar con condiciones bastante aleatorias a base
de bordos y mucha dedicación. El marcaje fue continuo durante
las últimas horas de la regata. Pero el Groupama III mantiene
más de 300 millas de ventaja y Franck puede emplearse sin
preocupaciones sobre el plano vélico sacando el solent y
largando los rizos uno tras otro. A pesar de sacar todo el trapo
la velocidad baja de 19 a 10 nudos.
Mucho más
atrás el multicasco “Crêpes Whaou” destroza la proa del casco
central al impactar con algo no identificado. Franck Yves ni
siquiera puede asegurar si ha sido una “bofetada” de una potente
ola la que ha roto su casco. El fragmento de fibra cuelga
haciendo un ángulo de 90º y frenando brutalmente el barco. La
solución pasa por cortar el fragmento arrancado y hacer un apaño
con tejido de vela que evite la penetración del agua en el patín
central. Franck Yves tendrá que navegar lentamente hacia
Guadalupe con los tanques de lastre de popa inundados para
apopar el barco y evitar las vías de agua por la proa.
Mientras
tanto el trimarán “Actual” de Ives Le Blèvec sufre una avería en
el brazo de proa estribor que une los patines, debido al fuerte
movimiento del barco en un mar con "agujeros" de 5 metros.
Thomas Ruyant a bordo del “Destination” pasa a 3 metros por su
amura una gran ballena. ¡Tan cerca que llega a sentir su olor!
Victoria para Franck Cammas
Ha atravesado
el Atlántico en 9 días y 3 horas haciendo una media de 20,4
nudos en una derrota muy alejada de la ortodrómica de 3.539
millas haciendo 4.471 millas. Cammas entra a formar parte del
reducido grupo de ganadores de la Ruta del Ron sucediendo a
Mike Birch, Marc Pajot, Philippe Poupon, Florence Arthaud,
Laurent Bourgnon, Michel Desjoyeaux, y Lionel Lemonchois.
Manejar en
solitario el enorme Groupama III de 31,5 metros de eslora con
una manga de 22,5 metros es toda una proeza que requiere talento
y un gran esfuerzo. El trimarán está preparado para ser manejado
en condiciones de máximo rendimiento por una tripulación de 10
profesionales.
Desde la
línea de salida en la que Franck tomaba la delantera de la
regata, sus asesores de ruta y equipo en tierra le aconsejaron
las mejores opciones para conservar este puesto hasta el final.
Con esta victoria, Franck Cammas añade un título más a su
impresionante palmarés de triunfos.
Franck Cammas
“La Ruta del Ron es un sprint
de comienzo a fin. Estoy muy fatigado y físicamente la prueba es
muy dura. El Groupama III es un barco muy estable y esto me ha
ayudado a descansa, pero cuando vas en cabeza estás muy
estresado y tienes ganas de ir aún más rápido para preservar tu
ganancia. Cuando estás en cabeza te olvidas del dolor y del
esfuerzo. La carrera es bastante corta”.
Más ganadores
Francis Joyón
en su Idec entraba 10 horas después en segunda posición de la
categoría ULTIME tras navegar 4.181 millas náuticas. Thomas
Coville y su Sodebo entran en 3º posición tras 10 días y 3 horas
de navegación.
En la clase
IMOCA el genial Roland Jourdain lograba la victoria a bordo de
su Veolia de 60 pies, consiguiendo con ello un nuevo triunfo
pues también ganó la primera plaza en la última edición de 2006
de esta regata. Su tiempo de carrera ha sido de 13 días y 17
horas a una velocidad media sobre la ortodrómica de 10,7 nudos.
1.500 millas
atrás Etienne Giboire volcaba en su pequeño trimarán ATN siendo
rescatado poco después en su balsa salvavidas por el servicio de
salvamento portugués ubicado en las islas Azores.
En la Clase 40
y tras 27 días y 36 horas, Thomas Ruynat vence con su "Destination
Dunkerque" haciendo una media de 8,2 nudos de velocidad.
Roland
Jourdain:
“Siempre decimos que la última
carrera ha sido la más dura, así lo dije hace 4 años y era
verdad, y en esta ocasión también ha sido duro, pero me he
sentido en resonancia. Todo ha ido perfecto en todo momento a
pesar de haber salido mal por culpa de un lío con el calcetín
del genaker".
"Me he entendido a la perfección con el barco y en cierto sentido
nos hemos hecho inseparables. Sabía que el barco era perfecto
pero también sabía que las monturas de los demás eran
excelentes. Nunca lo diremos lo suficiente, pero es que esto de la
vela es un trabajo de equipo y el barco es una joya
verdaderamente bien afinada. Se trata en todo rigor de una
energía colectiva y puesta en común lo que me ha llevado a la
victoria".
"En carrera haces cosas que ni se pasarían por la cabeza durante
un entrenamiento, como lanzar un genaker en plena virada. Y la
verdad es que estamos peor pagados que los futbolistas, pero
cuando llega el momento de navegar pienso que tenemos la mejor
profesión de toda la tierra y además nuestra carrera profesional
dura más. Son pocos los momentos en los que uno se siente en
fase y en sintonía con la vida. Sabía exactamente cuando tenía
que acelerar o largar escotas y eso crea confianza y complicidad
que tu barco. En ningún momento mis sponsors me han presionado y
es algo que agradezco mucho. Hemos arriesgado y hemos ganado,
aunque otras veces se pierda, el esfuerzo es el mismo. Esta
victoria es muy importante para mí porque en vela no tienes un
partido todos los sábados como ocurre en el futbol, como mucho
tienes una regata importante al año. No había ganado nada desde
la última ruta del ron y esto me permite pasar una página en mi
carrera. Lo importante en la vida es no arrepentirse de nada de
lo que hayas hecho o dejado de hacer. “
En la
categoría Multi50 ha sido Lionel Lemonchois quien ha ganado la
prueba con su trimarán “Prince de Bretagne”, haciendo la
travesía en 15 días y 4 horas, incluido el retorno a puerto
cuando se encontraba frente a las costas españolas el segundo
día de carrera debido a la avería en su carril de mayor. A pesar
de ello Lemonchois ha sabido recuperar todo el tiempo perdido
hasta ponerse en cabeza y llegar en primer lugar de su
categoría. Con esta primera plaza ya son dos las victorias
conseguidas por Lionel en esta regata, y el único en hacerlo en
dos categorías distintas.
Lionel
Lemonchois: “cuando tuve la avería pensé en todas las
soluciones y a pesar de ir en cabeza no tuve más remedio que
regresar a reparar aunque pareciera inconcebible. Luego todo ha
ido muy bien y pude recuperar el tiempo perdido, aunque me
hubiera conformado con algún puesto del podio. El trimarán va
muy bien y es muy rápido. He logrado puntas de 30 nudos lo cual,
con sinceridad, me ha extrañado. En ningún momento he tenido
miedo. A la llegada Franck Cammas ha salido con su Groupama a
buscarme. Ha sido magnífico y me alegro mucho por su victoria.
Creo que se la merecía y ha sabido pilotar a tope su
increíble máquina".
Las clases de la Ruta del Ron
La
organización limita el número de participantes a 75 veleros,
organizados en 5 categorías con grandes Multicascos, Multicascos
hasta 50 pies, IMOCA, Clase 40 y los más pequeños en la
categoría Rhum. Por ello son 5 los podios y mucha la emoción
ofrecida por estos héroes del mar que atraviesan el Atlántico
desde Saint-Malo Francia hasta la isla de Guadalupe en solitario
y sin escalas.
Multicascos Clase ULTIME:
Eslora superior o igual a 60 pies sin límite de eslora. Son los
barcos más rápidos capaces de “volar” ¡con puntas superiores a
los 40 nudos!
Multicascos Clase Multi50:
Son los que entran en las reglas de multicascos de 50 pies.
Monocascos Clase IMOCA:
Veleros monocascos que cumplan las reglas IMOCA
Monocascos Clase 40:
Veleros monocascos que cumplan las reglas Class40.
Monocascos Clase Rhum:
Monocascos que tengan una eslora entre 39 pies y 59 pies.
Ganadores 2010
Multicascos Clase ULTIME:
Franck
Cammas - "Groupama 3"
Multicascos Clase Multi50:
Lionel Lemonchois - "Prince de Bretagne"
Monocascos Clase IMOCA:
Roland Jourdain - "Veolia Environnement"
Monocascos Clase 40:
Thomas Ruyant - "Destination Dunkerque"
Monocascos Clase Rhum:
Andrea Mura - "Vento di Sardegna"
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La anterior edición 2006 fue alucinante con un Lionel Lemonchois
vencedor de la categoría reina a bordo de su Gitana 11 con el
que destrozó el record del Atlántico cruzando el océano en 7
días y 17 horas y ¡haciendo una media cercana a los 20 nudos!
En la Ruta del Ron 2006 disfrutamos del mejor duelo de los
últimos años con una llegada a meta sin par y en categoría IMOCA,
Roland Jourdain (Veolia) y Jean Le Cam (VM-Materiaux),
alcanzaban la meta en suspense, separados solo 26 minutos después
de atravesar todo el Océano.
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