La primera decisión será
elegir el lado de la boya por la que vayamos a llegar. Para
ello estudiaremos el viento y calculamos cómo nos va a venir
una vez que hayamos pasado la boya. Cuando lleguemos a ella
debemos haber decido la estrategia que vamos a seguir
durante el siguiente bordo.
El viento puede hacer pequeñas roladas
unos centenares de metros más adelante en la boya. Y es este cambio de
dirección en primer lugar el que nos debe guiar sobre el lado de la
boya a escoger. Para conocer como es el viento en la boya podremos
fijarnos en lo que hacen otros barcos que ya hayan llegado antes que
nosotros y naturalmente mirar la bandera del barco del comité de
regatas o de la propia boya en caso de que tenga bandera.
Si en la boya el viento está algo más de
la derecha respecto al viento en el que actualmente navegamos nos
acercaremos por el lado izquierdo. Debemos considerar el hecho como
una pequeña rolada de la que aprovechábamos cuando navegamos con
vientos de popa (Ver artículo:
"Vientos de popa").
Pero también deberá ser tenido en cuenta
la fuerza que tiene el viento en la boya. Si el cambio de fuerza es
muy significativo este debe ser nuestro elemento de decisión, y nos
dirigiremos al lado donde haya más velocidad de viento. La corriente
también pueden tener importancia, ya que ésta puede ayudarnos a llegar
a la boya o por el contrario alejarnos de ella. La tendremos en cuenta
y calcularemos la aproximación contrarrestando su fuerza.
Cuando dos barcos
llegan en lucha a la boya (circulo de radio dos esloras), la prioridad
será la del barco que se meta por el interior. El barco del exterior
debe mantenerse apartado y evitar colisionar. Por esta razón
buscaremos la posición que nos permita meternos por dentro frente al
contrario. Y para ello debemos mantener la máxima velocidad hasta
llegar al círculo de 2 esloras.
Realizar la maniobra
Con el viento de popa, el spi fuera
teniendo que subir el génova, varios barcos que se acercan pegados a
nuestras amuras, un tangón que se engancha….. todos los pasos de la
maniobra deben estar bien meditados con anticipación so pena de montar
un verdadero lío.
La tripulación debe tener muy claro el
orden de las maniobras y tener todo preparado. Ante la duda izaremos
el génova de mayor superficie. Aprovecha el spi hasta el ultimísimo
segundo tiene el peligro de tener que hacer la maniobra de arriada de
forma perfecta y esto es arriesgado ya que si se lía o demora la
operación, perderemos mucho más que si lo bajamos con un tiempo
razonable. Normalmente los barcos deciden comenzar a bajarlo unas 3 ó
5 esloras antes de llegar a boya.
La maniobra debe ser preparada para
estar listos a ceñir en cuando nuestra proa esté a la altura de la
boya, pero cuando son muchos los barcos que llegan aun tiempo a la
boya es buena idea aguantar un poco más una vez pasada esta para
quitarnos de la zona desventada por el resto de los veleros.
Lo más típico y sencillo es sacar el
génova y recoger seguidamente el spi desventado y a sotavento del
génova.
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